En 1903, en el exilio, diversos grupos revolucionarios se
dividieron. Los mencheviques, partidarios de la revolución una vez lograda el
desarrollo pleno del capitalismo, representaban una facción. Los bolcheviques
preconizaban la dictadura del proletariado a través de un partido en el que
también se encontraría representada la clase campesina.
En las postrimerías del siglo XIX, la política de alianzas en
Europa logró unir a Francia y Rusia. Esa alianza fortaleció al zarismo. Sin
embargo, a continuación estalló la esperada guerra contra Japón, ya que ambas
naciones chocaban en el Extremo Oriente por el dominio de territorios. La
derrota trajo la desgracia y el descrédito del gobierno ruso, ya que culminó
con una crisis política y moral: La primera revolución. Desde ese momento
surgieron los soviets o consejos de
obreros. Ante el descontento y los levantamientos en Odesa, Finlandia y
Polonia, el zar tuvo que acceder a la creación de una Asamblea Legislativa o
Duma que, el Manifiesto de octubre, promulgó una constitución.
El Zar Nicolás II accedió al trono en 1894, sucediendo a su
padre Alejandro III, siguió con la política autocrática de su padre, así
acabando con la dinastía de los Romanov.
Bajo su reinado Rusia conoció un proceso de industrialización
acelerada y se esforzó por extender su influencia en Asia. Los intentos por ejercer una influencia determinante el Europa occidental dieron lugar a determinantes conflictos y tensiones internacionales, pero tras sufrir una derrota diplomática en la crisis de Bosnia (1908), las guerras Balcánicas 1912-1913 acabaron definitivamente con el control ruso sobre la península balcánica; a pesar de la buena relación que mantenía con su primo Guillermo II de Alemania , sus respectivos estados se enfrentaron cuando estalló la 1ra Guerra Mundial.
Las sucesivas derrotas frente al moderno ejército alemán acabaron por desmoralizar al país y desarticular la estructuras del Estado, facilitaron la Revolución de 1917 , que derrocó al zar e instauró una República; Nicolás II se dejó detener sin ofrecer resistencia alguna frente al gobierno provisional de Kerenski, el zar fue ejecutado junto con toda su familia, tras el triunfo de la Revolución de octubre (1917), por decisión del soviet del Ural.
Revolución de 1905
El estallido revolucionario de 1905 sirvió de precedente y referente al de 1917. Fue fruto de malestar que provocó la crisis económica que azotaba Rusia (crisis de subsistencia, desempleo), y del descontento causado por la derrota militar frente a Japón.
El estallido revolucionario de 1905 sirvió de precedente y referente al de 1917. Fue fruto de malestar que provocó la crisis económica que azotaba Rusia (crisis de subsistencia, desempleo), y del descontento causado por la derrota militar frente a Japón.
Entre 1901-1903 la crisis de extensión internacional, azoto a Rusia, que para entonces había alcanzado cierto grado de industrialización. Sucedieron manifestaciones y huelgas, especialmente en la región de Baku, rica en posos de petróleo. La inestabilidad se prolongo durante todo 1905.
En comparación con la revolución del 1917, la mayoría de las fuerzas políticas que se vieron implicadas no pretendían destruir el zarismo, tan solo denunciaban el mal gobierno y solicitaron la incorporación de reformas políticas.
La reacción de los habitantes de San Petersburgo se materializó en una oleada de protestas, acompañada de la paralización del sistema productivo como consecuencia de las huelgas y motines. En San Petersburgo y Moscú surgieron las primeras asociaciones de obreros y campesinos, los "soviets" (comités de obreros).
En junio de 1905 la marinería del acorazado Potemkin, anclado en el puerto de Odessa (Mar Negro), se sublevó contra sus oficiales, iniciativa que se extendió a otras unidades de la marina y del ejército.
Ante este aluvión de protestas el zar se vio obligado a transigir e hizo algunas concesiones, que se recogieron en un Manifiesto Imperial emitido en octubre de 1905.
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